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Niños desobedientes y desafiantes

Actualizado: 26 abr 2022


Las conductas que definen a los berrinches se presentan principalmente en la infancia y forman parte de síntomas que aparecen reflejados en los trastornos del comportamiento, particularmente en el trastorno negativista desafiante (TND). Este trastorno se caracteriza “por comportamientos no cooperativos, desafiantes, negativos, irritables y enojados hacia los adultos” y en general a las personas que representan un rasgo de autoridad sobre él (Angulo, Fernández y García, 2009).

Los mismos autores señalan que no todo comportamiento rebelde o negativista en un niño puede diagnosticarse como un trastorno del comportamiento. Muchos niños cuando están cansados, con hambre o disgusto tienden a desobedecer, discutir y desafiar la autoridad. Lo que los diferencia de algunas de estas conductas aisladas es precisamente la frecuencia y la intensidad con la que se presentan, que pueden interferir en el aprendizaje, en el rendimiento académico y en las relaciones con los demás.


No todo comportamiento rebelde o negativista en un niño puede diagnosticarse como un trastorno del comportamiento

No ha sido fácil conocer los factores etiológicos del TND, sin embargo De la Peña Olvera (2011) identifica al menos tres tipos de factores que dan origen al trastorno: los biológicos, los psicológicos y los sociales.


Factores biológicos

Entre los factores biológicos mencionados por el autor, existen patrones familiares de psicopatología asociada como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, el trastorno por uso de sustancias y los trastornos afectivos.


Factores psicológicos

Entre los factores psicológicos hace mención de la asociación con el apego inseguro así como con los cuidados parentales deficientes, los niños agresivos muestran fallas en el reconocimiento de las claves sociales y tienen la expectativa de ser recompensados por sus respuestas agresivas.


Factores sociales

Finalmente entre los factores sociales se hace mención a la pobreza, la falta de estructura social y la violencia en la comunidad como elementos que contribuyen al diagnóstico de TND.

Ruiz (2010) indica que para realizar un diagnóstico del TND se puede recurrir a un profesional de la psicología, ya que cuenta con los instrumentos y procedimientos para comprobar si el niño cumple o no con los criterios indicados en algunos manuales específicos; uno de los más importantes para diagnosticar este trastorno es el DSM-V. A continuación señalo cuáles son estos criterios.

Criterios para el diagnóstico del trastorno negativista desafiante

A Un patrón de enfado, irritabilidad, discusiones, actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos y que se manifiesta con por lo menos un individuo que no sea un hermano:


Enfado irritabilidad:

A menudo pierde la calma, está susceptible o se molesta con facilidad, está enfadado y resentido.


Discusiones, actitud desafiante:

Discute a menudo con la autoridad o los adultos; a menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de autoridad o normas, molesta a los demás deliberadamente, culpa a los demás por sus errores o mal comportamiento.


Vengativo:

Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses.


Es relevante mencionar que este comportamiento tiene un impacto negativo en varias áreas del individuo a nivel social, educativo, profesional u otras importantes.


Intervenciones de atención terapéutica

Dentro de las intervenciones de atención terapéutica más efectivas se encuentran las orientadas al entrenamiento de los padres o cuidadores en el manejo conductual del niño o del adolescente. Esta intervención se basa “en el supuesto teórico de que la mala conducta es la consecuencia de prácticas parentales inadecuadas e inconsistentes… por lo que el niño ha aprendido que la conducta oposicionista es eficaz para manipular a los adultos con el fin de que cedan ante sus deseos” (De la Peña Olvera, 2011).




En una revisión de los programas de intervención y tratamiento realizada por Bonet, García e Infante (2000), señalan que la única referencia a programas para niños con problemas en el control de impulsos o agresivos era el programa de Patterson entre los años sesenta y setenta, el cuál se centraba en el manejo de operantes. A partir de los 80’s se citan principalmente los programas de Barkley los cuales incluyen la intervención con los padres mediante pautas muy estructuradas y sistematizadas.

Las estrategias presentadas por Barkley, señalan los autores, están diseñadas para reducir la terquedad, el comportamiento oposicionista y aumentar las conductas de colaboración. Los logros que pueden derivarse de la aplicación del programa son: fortalecer la relación madre- hijo gracias al respeto mutuo, la cooperación y el aprecio; reducir el conflicto diario, así como aumentar la gama de conductas apropiadas y socialmente aceptadas.

Programa de Barkley

El programa de Barkley de intervención en el tratamiento de TND, consta de ocho pasos con los que se pretende mejorar la conducta del niño, sus relaciones sociales y la adaptación en casa. Este programa supone que las conductas positivas tenderán a incrementarse si el niño recibe un premio o reconocimiento por ellas, mientras que las conductas negativas tenderán a extinguirse si son ignoradas o reciben consecuencias negativas.

Estructura de las sesiones del programa Barkley

  1. Aprenda a prestar atención positiva a su hijo.

  2. Use el poder de su atención para conseguir que obedezca.

  3. Dé órdenes de forma eficaz.

  4. Enseñe a su hijo a no interrumpir actividades.

  5. Establezca en casa un sistema de recompensas con fichas.

  6. Aprenda a castigar el mal comportamiento de forma constructiva.

  7. Amplié el uso de tiempo fuera.

  8. Aprenda a controlar a su hijo en lugares públicos.

Los primeros cuatro pasos del programa están orientados a que los propios padres cambien la conducta y la relación con sus hijos, a partir del quinto paso es cuando se espera que el cambio ocurra también en el hijo. Con esto se espera que las expectativas de los padres se ajusten a la realidad y que verifiquen cómo cambiando ellos mismos su forma de relacionarse con el niño, se dan cambios importantes en el propio comportamiento del niño.

El quinto paso del programa se enfoca en establecer en casa un sistema de recompensas con fichas o economía de fichas. Bauer y Shea (2000), señalan que éste es un sistema de intercambio que proporciona a los individuos una señal (ficha) de retroalimentación inmediata acerca de lo apropiado de su conducta en determinado ambiente. Estas fichas se intercambian después por reforzadores de respaldo que pueden ser artículos o actividades.

Para desarrollar una economía de fichas, se debe seleccionar primero la conducta o conductas específicas que se quieren cambiar. Éstas deben aclararse y discutirse con el individuo cuyo comportamiento se va a modificar. Se selecciona la ficha, se elabora una lista de reforzadores de respaldo y se colocar en un lugar visible de la casa. Finalmente se pone en práctica la economía de fichas. (Bauer y Shea, 2000).

Rosenberg (1986) indica que el sistema de economía de fichas es común, pero sólo puede lograr una efectividad máxima combinado con alguna otra técnica de modificación conductual, como la retirada de atención. Esta técnica tiene como objetivo enseñar al niño que efectuando las peticiones de forma inadecuada (como rabietas, llorando o con gritos) no va a conseguir nada, hasta que finalmente tiendan a desaparecer.

Por otro lado Angulo, Fernández y García (2009), recomiendan que los programas de modificación de conducta del TND tengan presente que los niños que sufren este trastorno no reaccionan de forma positiva al castigo, ya que no suelen ser efectivos y deterioran su confianza en el sistema. Ellos recomiendan aplicar técnicas de refuerzo positivo y establecer normas claras expresadas en términos positivos para lograr el comportamiento deseado, así como consecuencias consensuadas y aceptadas.



SECCIONES DEL PROGRAMA MIÉRCOLES D'MENTES

Escucha el programa completo de Miércoles D’Mentes del 22 de Febrero con el tema “Niños Desobedientes y Desafiantes” dando clic en los siguientes enlaces.

Para escuchar el Podcast de Lizeth Valenzuela da clic en el siguiente enlace

Descarga el libro Manual de Atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo derivadas de TRASTORNOS GRAVES DE CONDUCTAS, dando clic en el siguiente enlace

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